jueves, 17 de abril de 2014

OTRA OPCION PARA ESCRIBIR UN TEXTO NEOBARROCO


ECFRASIS
La écfrasis es la representación verbal de una representación visual. Es un tipo de intermedialidad; puede ser real o ficticia y, a menudo, su descripción está insertada en una narración. La écfrasis clásica puede corresponder en el plan del estilo a la hipotiposis (descripción animada). Tradicionalmente se define écfrasis como “el ejercicio literario que consiste en describir un objeto de arte”. Esta acepción no tiene en cuenta, sin embargo, que la écfrasis no necesariamente se circunscribe a la modalidad descriptiva, sino que bien puede realizarse adoptando modalidades narrativas, dialogadas, expositivas… En algunas écfrasis el autor se limita, en efecto, a describir un cuadro, una escultura, una fotografía, pero en otras no describe sino que narra lo que sucede en la obra visual; convierte las figuras del cuadro en personajes y los paisajes en espacios narrativos, y los introduce en un tiempo para relatar una sucesión de hechos. Por otra parte, la definición determina que la écfrasis es un “ejercicio literario”, pero no especifica a qué género pertenece, precisamente porque puede amoldarse a cualquiera de las tres bases genéricas, a saber, narrativa, lírica y dramática. La descripción, en que consiste una écfrasis, posee un carácter esencialmente estático –comparémoslo con el pintor o el aprendiz de pintor ante una obra de arte que quiere reproducir–; al igual que sucede en las artes plásticas, las acciones se representan congeladas, paralizadas en un marco de simultaneidades, que puede relajarse o para el que no pocos autores tratan de buscar soluciones que aporten movimiento. No obstante, a la simultaneidad propia del objeto, se le añade en la écfrasis la vivencia en la simultaneidad del testigo ocular que realiza la descripción y transmite los detalles del objeto. El ejercicio, realizado a la perfección, ha de provocar que redactor y público se compenetren y empaticen con la situación del testigo presencial. La écfrasis permite que el autor detenga la acción. Se consigue por medio del empleo de esta figura la pausa en la narración, el estatismo del testigo que se deleita o simplemente escrudiña el objeto que tiene frente a él. Este hecho puede suceder incluso en momentos de acción intensa. En consecuencia, la écfrasis es una herramienta que, en manos del autor literario, ofrece unas magníficas posibilidades para la inclusión de digresiones por medio de las que conferir profundidad al relato, realizar juegos temporales o espaciales, anticipar datos o completarlos en la trama, etc. Adicionalmente, la écfrasis, en la medida que despliega los mecanismos de la descripción de un objeto, aporta realismo y, por tanto, en un relato de ficción produce en el público sensación de realidad.

1 comentario:

  1. Como el aprendiz de brujo, intentaré y le enviaré el atrevimiento.

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