El Surrealismo Neobarroco es una
corriente literaria cuyos rasgos principales son la deformación poética de la
realidad por una acción fantástica descrita de un modo excesivamente recargado
de imágenes, metáforas y adjetivaciones dentro de una narrativa breve y
puntual. En sus textos la trama suele ser un aspecto secundario y hay un
evidente predominio de la búsqueda de imágenes hermosas, maravillosas,
asombrosas y siempre inquietantes, las que provienen de muy diversos campos del
conocimiento. Hay un exceso de énfasis y abundancia de ornamentación, siendo
claramente un arte "elaborado". La fantasía y la imaginación son
evocadas en el lector, abusando del abundante uso de la metáfora y la alegoría,
sin correcciones racionales, utilizando las imágenes para expresar emociones,
pero sin seguir nunca un razonamiento lógico. Tiene una vocación libertaria sin
límites buscando la exaltación de los procesos oníricos, del humor corrosivo y
de la pasión erótica, concebidos como armas de lucha contra las obviedades de
la literatura actual. Abunda en lo onírico, lo fantasioso a partir de objetos
reales, la terminología científica, real o inventada, la cultura de las artes y
las ciencias, y no es raro encontrar en estos textos el material de las
pesadillas. Sus textos son en general breves y compactos, sin separación de
párrafos, como la corriente de conciencia de quien describe un sueño o una
pesadilla, o el monologo insensato pero maravilloso de un loco. Sus ancestros
literarios se pueden encontrar en el Fíton
de don Alonso de Ercilla y Zúñiga, en el Aleph de Jorge Luis Borges, en
Paradiso de José Lezama Lima, en El Otoño del Patriarca de Gabriel García
Márquez y en Colibrí de Severo Sarduy. Es en resumen una orgía de imágenes que
asombran, asustan, inquietan, maravillan, un delirio onírico hilvanado
sutilmente mediante la sola palabra a la realidad, que todos ven burda y opaca
y el poeta brillante y misteriosa. Posee una tendencia a las variaciones sobre
un tema hasta su agotamiento, o en la búsqueda reiterativa de la perspectiva
mas adecuada para su exposición. Está claramente más cerca del neobarroco cubano,
que del realismo mágico. Su literatura tiende a ser, en la medida de lo
posible, arcaica, barroca, rebuscada, demanda el asombro a través de la
emoción, todo forma y poco o nada de fondo, predominio absoluto del
significante por sobre el significados, capaz de crear un (o muchos) Universo
caprichoso, ni siquiera paralelo, sino absolutamente diverso al Universo del
infatuado escritor o del asustado lector. Esta literatura está, o lo más
alejada posible de la brutal realidad, o interviene en ella poetizando sus
miserias como si fueran burbujas de jabón, iridiscentes pero esencialmente
inútiles. En fin, una literatura que pretende estar solo comprometida con la
literatura, y a la que le basta, simplemente, con ser leída.
F.S.R.Banda, mismo
Ser leída...... es para escribir y escribir hasta conseguir ese embiente que es real pero parece lo contrario?...Seguire sus instruciones...
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