viernes, 18 de julio de 2014

Breves notas sobre procesos creativos


Un éxtasis inspirativo normal lleva a escribir unas 150 a 200 palabras de un envión, sin detenerse. A partir de ahí para llegar a las 400 recomendables es necesario sobreadjetivar, recargar de adjetivos descriptivos, aumentar en detalles mínimos, intercalar frases que aumenten sensaciones, emociones u objetos en el texto. Ese aumento “inútil” es la esencia del barroco, es ahí donde la creatividad se estruja más allá del límite de la racionalidad y la lógica para gota a gota ir anegando lo escrito de florituras y filigrana. Lo que convierte un simple relato en una pieza literaria. Escriba frases bonitas creando imágenes bonitas usando palabras bonitas. Las frases pueden ser de dos o tres renglones, no más. No es necesario que las frases tengan sentido, basta con que se lean bien. No es necesario irlas hilvanando o darles continuidad de ideas. Transgreda sin asco las leyes de la gramática, también el orden natural de las palabras, sáltese comas, repita ideas con distintas palabras, sobreadjetive cada adjetivo, adjetivise sustantivos y sustantivise adjetivos. Evite palabras cliché salvo que las disponga o use de manera distinta. Intenta escribir écfrasis, eso ayuda mucho. Toma una imagen y escribe sobre ella lo que te vaya saliendo, imaginando, describiendo en detalles lo que ves. Mejor si buscas un set de imágenes, relacionadas o no, y escribes sobre ellas unas 10 a 20 palabras, una frase larga por cada una. Escribe lo que ves, lo que sientes, lo que te recuerda, etc., libremente e independientemente para cada imagen. Después unes los textos y listo. No olvides que lo importante es la literatura, y la literatura no necesita realidad.