lunes, 6 de abril de 2015

LO FEITO DEL MÁS


“Que feíto queda en una narración la superpoblación de adverbios, adjetivos y palabras anacrónicas que intentan dar una imagen de inteligencia. A veces menos es más...”. Opinión en un blog literario.

Creo que lo feito es seguir caminando por los caminos trillados hasta el tedio, por los lugares comunes, por la mediocridad de lenguaje e imaginario, lo feito, creo, es repetir lo repetido, escribir como en un periódico o la publicidad de un supermercado, o poemitas de tercera, con los mismos temas de hace cuatro siglos, pero aun con las mismas metáforas desgatadas y las misma palabras rancias por el uso y el tiempo, no hay que asustarse de lo original porque eso solo demuestra la patética incapacidad de ser distinto, la triste limitación que obliga a seguir plagiando lo ya plagiado. Los temas de la Poesía están hace mucho tiempo ya agotados, y acaso las formas de escribirlos también. La mayor parte de lo poético formal actual es solo poemas que nada dicen o lo que dicen está carcomido por las repeticiones y las trivialidades, ya envejecidos antes de ser leídos, adornados y empobrecidos por rimas obvias y/o cursis, reiterativas, bochornosas, con mínimo o ningún valor literario, son solo derroches de tinta y de tiempo, rayas en el agua. Meras reescrituras, paráfrasis, hiperpoemas, centones, febriles tentativas de no romper la monotonía de la poesía vigente, la ‘correcta’, sin siquiera intentos de evitar la copia inevitable. Miles, literalmente, de poemas, tonteritas en verso, abundan en innumerables e inútiles, literalmente, paginas web, grupos de Internet, revistas concretas y virtuales, estantes de librerías y bibliotecas, y cada uno de esos poemas repite lo dicho y escrito hasta el cansancio, porque los que los escribieron pensaron [sic] que cualquier novedad o transgresión a las leyes de la siutiquería instaurada resultaba en algo inentendible, para ellos, y feito. En un universo donde todo está ya dicho, explicita o implícitamente, solo cabe cambiar las formas, el futuro, desgastadas estas, ha de ser peor. El escritor y el poeta tienen el deber de buscar su voz, explorar todas las opciones de su arte, agotar con fervor las posibilidades de reflorecimiento, regeneración, renovación de los misterios del Verbo. La poesía ya no da para más, esta agotada, primero se dejó de lado la rima y el conteo de silabas, y apareció el verso libre, después eso también se agotó y surgió la prosa poética, y ahora, con la posibilidad de que cualquier hijo de vecino (o hija) puede publicar en Internet todo esta saturado, todo es repetitivo, la poesía misma está agotada, es cosa de leer lo que hay en los blogs y redes día a día, los mismos amores de pena, las mismas palabras y metáforas, los mismos desengaños, todo calcado, repetido de una u otra forma, por eso hay que experimentar, buscar nuevos vocabularios, nuevas formas de decir, cambiar los imaginarios, los diccionarios, todo, aunque resulte feito, sino la poesía morirá de vieja.


Imagen: Marilyn Monroe, Andy Warhol, 1967. 91,5 x 91,5 cm chacune, collection particulière.

Las Claves


1. Los textos deben tener entre 400 y 500 palabras no más, no menos,  ideal son 400 o poco más. El Word tiene un contador de palabra.
2. Escribir en frases largas, lo mas largas posibles, con pocas comas.
3. Escribir lo que te dicte la mente, la memoria, no importa si no hay una lógica inmediata.
4.- El tema no importa mucho, se parte de una idea, un relato breve, o una sensación, un recuerdo o simplemente de palabras que tengamos en mente, palabras extrañas pero bonitas, y de ahí vamos buscando la trama.
5. Lo ideal es escribir de corrido los párrafos, de un envión, párrafos largos.
6. Usar mucho el diccionario de sinónimos, el del Word es muy bueno, para buscar palabras que suenen raras, nuevas, también se puede usar Internet, en el Google pones la palabra y al lado ‘sinonimos’.
7. Adjetiva lo más posible, adjetiva todos los verbos y todos los sustantivos a mas no poder, no importa si escribes una sustantivo con tres adjetivos, hay que sobreadjetivar! para fijar o describir al máximo la sensación, o la imagen o al acción.
8. Escribe todo como un solo bloque, sin puntos apartes.
9. Busca y guarda por ahí las palabras "bonitas" que encuentres o se te ocurran, y después las vas usando en el texto, como espolvoreándolas.
10. Escribe de colores, perfumes, flores, piedras, joyas, etc. sobre todo colores

- Para comenzar elige en tus recuerdos algo especial; un paisaje, cierto atardecer, una noche de pasión, un viaje, y nárralo.
- Escribe siguiendo la "corriente de conciencia", es eso de escribir lo que se te venga en mente, de corrido, sin corregir ni revisar la lógica de lo que escribes, la clave es lo intuitivo, que es libre por esencia.
- No pienses en el lector! escribe lo que vas sintiendo, sin censuras ni limitaciones racionales, no importa si hay muchas "y", o te repites una y otra vez en cierto detalle.
- No escribas para el que te leerá, eso limita mucho,  obliga a ser racional y literariamente correcto. Lo importante es que uno, el escritor, quede conforme con lo escrito, como si lo escribiera para un mismo. Si después gusta o no, no es problema del escritor, uno debe escribir en éxtasis... aunque suene cursi, y al terminar uno debe sentir como un clímax (orgasmo)...! una sensación de saciamiento físico y mental y emocional.
- Inventa palabras, usa palabras de manera distinta a lo usual, adjetiviza sustantivos y  verbos, sustantiviza adjetivos y verbos.
- Y sobre todo: el acto de escribir no debe ser como un parto sino como una cópula, o quizá, siendo más estricto, como un solitario y secreto acto masturbatorio.