Tome su poema más extenso, y el
que más le guste. Idealmente sobre un tema relacionado (opcional). Únalos en
uno solo, de manera que las imágenes, ideas, acciones, metáforas etc., vayan de
alguna manera generado un poema con algo de coherencia (opcional). Transforme
el poema en una prosa, simplemente uniendo los versos. Reescriba el texto
introduciendo adjetivaciones y sobre adjetivaciones, nuevas ideas e imágenes.
Escriba frases muy largas pero hiladas, sin separaciones por comas. E intercale
frases muy cortas, de dos o tres palabras o incluso de una sola. Abuse de
metáforas, incoherencias, cambios de tiempo, de lugar, de tema. Agregue nuevas
ideas, imágenes, acciones, lugares, descripciones. Abuse de nombres de flores,
piedras preciosas, minerales, fauna, colores, sabores, etc. Busque material en
imágenes oníricas, de pesadillas, de ensoñaciones, de humor sarcástico y de la
pasión erótica. Abunde en énfasis y ornamentaciones, elabore y reelabore el
texto una y otra vez. Abuse de fantasías, de imaginación y de alegorías, sin
hacer correcciones racionales. Utilice las imágenes poéticas para expresar
emociones, pero sin seguir nunca un razonamiento lógico. Use palabras poco
comunes, arcaicas o modismos locales o de técnicas especializadas, use
terminología científica, real o inventada, de la cultura de las artes y las de
ciencias raras o de conocimientos específicos. Los textos deben ser en general
breves y compactos, sin separación de párrafos, como la corriente de conciencia
de un sueño o una pesadilla, o el monologo insensato pero maravilloso de un
loco. El texto no debiera tener mas de 400 palabras, sobre 500 es demasiado
extenso, bajo 300 es demasiado corto. Tenga siempre en mente los nueve rasgos
que definen el neobarroco: ritmo y repetición; límite y exceso; detalle y
fragmento; inestabilidad y metamorfosis; desorden y caos; nodo y laberinto;
complejidad y disolución; “más o menos” y “no sé qué”; distorsión y perversión.
Asuma que los temas de la literatura están hace mucho tiempo ya agotados, y en
un universo donde todo está ya dicho, explicita o implícitamente, solo cabe
cambiar las formas, el futuro, desgastadas estas, ha de ser peor. Por lo tanto,
lo más importante, en todo este proceso creativo es privilegiar siempre el
significante por sobre el significado. Es decir, importa más el como lo dice
que lo que dice. El tema es algo secundario lo mismo que el argumento, y bien
podrían no existir como tales, sino solo como semillas y rizomas del texto final.
Vale.
Nota del autor.- Este texto tiene exactamente 400 palabras.
No hay comentarios:
Publicar un comentario