Nicolás Hidrogo Navarro. –Narrador peruano.
Hacedor literario.
Las
vanguardias revolucionarias del arte de principios del siglo XX (dadaismo,
simbolismo, existencialismo, cubismo, futurismo, manierismo, expresionismo,
modernismo, surrealismo, etc.), abrieron trocha para innovaciones del lenguauje
y las expresiones estéticas en general. Pero, también mataron la pureza de la
lírica y abrieron de par en par las puertas de la prostitución literaria, a
partir desde entonces cualesquiera puede autoirrogarse el titulacho de poeta
muy suelto de huesos. Claro, suena más popular y democrático, pero también es
entrar en decandencia del supremo arte bello con las palabras, cuyo canon exige
ingenio, talento y genio (por oposición a lo burdo, vulgar, facilista,
chabacano, cursi, huachafo).
El
espíritu lírico y épico tradicional se sustentó durante dos mil años en tres
ejes vertebrales: la regularidad métrica, la combinación rimada secuencialmente
consciente y el ritmo interno (dificultades que hacía de este arte un dominio
de pocos y ponía a prueba al poeta, bardo, vate).
Las
vanguardias crucificaron esto y hoy cualesquier escrito sin estos cánones, así
de frente, sin mayores filtros ni complicaciones, es llamado poesía. Todo esto
volvió facilista el arte literario, lo masificó y lo chabacanizó, para regocijo
de muchos. Y así se prendió la chispa del versolibrismo, pero curiosamente “los
nuevos poetas” siguen manteniendo la diagramación simulada de versos, cortados
en pedazos sin ningún sustento ni criterio hemistiquial o cisura, aunque no
tengan regularidad métrica y uno que otro intento remedo de rima irregular. Se
perdió con ello la forma y se la deterioró en el fondo en detrimento de la
estética musical, figuratividad. Y cualquier pedazo de oración que seccione,
ahora suele llamarse verso.
Es
aquí cuando surge la prosa poética –heredera medieval del haiku lírico japonés-
a remediar este entuerto y recuperar el concepto lírico de la poesía y su
excelsitud. Como ya no hay razón de escribirse en verso simulado y postizo, se
fusionó la expresión lírica a la forma de prosa con oración continuada, pero
adquirió la intensidad poética de ser una estructura altamente enriquecida en
figuras, tropos, simbolismo, alegorías, técnicas, elipses y síntesis
acrisolada, lo suficientemente de calidad e intensidad en cada oración que
simplificaría quizá un largo y engorroso poema libre despedazado en sus
sintagmas sin ton ni son ni criterio ni tradición alguna.
Postulados:
PRIMERO.-
Por prosa poética tenemos a un constructo poético cuya brevedad exige
intensidad figurada y enriquecida del lenguaje altamente poético. Una oración
debe ser la pepa literaria, el oro cribado de toda una montaña de cascajos y
ripios literarios, que con carácter innovador, único y extraordinario revele no
solo dominio sintáctico, semántico, sino también ingenio del tropo y metáfora
creada.
SEGUNDO.-
Los tópicos temáticos son abiertos y libres, la única exigencia es la brevedad
e intensidad del fondo y la forma con señales claras y abiertas del dominio
exigente del lenguaje poético, evitando el simplismo y facilismo.
TERCERO.-
La preocupación no es si el público masivo lector entiende o no la semántica de
los lexemas, la estructura y el el tropo edificado con un barroquismo
estructural, lo que interesa es izar el estandarte de la poesía en sus más
elevados quilates.
CUARTO.-
El objetivo de la prosa poética no es subordinar el arte a la política, la
religión o cualesquier sistema humano social, el propósito fundamental de cada
construcción es elevar el nivel del estatuto literario y sublimar la estética
excelsa del lenguaje.
QUINTO.-
Rechazar el arbitrario corte de las oraciones en segmentos menores para darle
la nominación de versos, es impropia y no tiene sentido por dos aspectos
básicos: la falta de un argumento de cano y por la ley de simplificación
estética (lo bueno si es breve es dos veces bueno), no porque hagas lato y
engorroso un poema será mejor, al contrario se cae en la farragosidad del ripio
y la panca.
SEXTO.-
La prosa poética puede funcionar perfectamente en la expresión lírica asecuencial
inargumental e ilógica; así como en la narratológica, siguiendo el mismo patrón
tradicional de toda joya literaria, sino que en miniatura e intensidad.
MUESTRA QUE SIMULA SER POESÍA
Mi amor
le hablo a la luna
de nuestro romance
ven bésame que muero
te extraño
sufro a cada rato
porque
del cielo cayó un pañuelo
de mil colores
y en cada color decía
Isbelia de mis amores.
MUESTRA PROSA POÉTICA
La arisca noche reptó por encima de mi baldía soledad penitenciaria. Tu
durmiente boca conyugal fue un arcoíris en penitencia con la alada lluvia de
mis labios disyuntos. La espectral luna menopáusica y yo fuimos un intríngulis
de hojas muertas: tú y yo tocamos el erizo cielo tarrajeada de estrellas.
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